La salud dental en el embarazo. Mitos y verdades.
Embarazo y salud dental
Cada hijo no “cuesta un diente” como se suele decir, sí es cierto que algunos de los síntomas asociados al embarazo pueden debilitar el esmalte dental.
No todas las mujeres embarazadas sufren enfermedades gingivales, aunque un gran porcentaje sí. Los cambios y fluctuaciones hormonales que se producen en el organismo durante el embarazo es casi desde el mismo momento de la concepción. Las encías se vuelven más susceptibles a la placa dental, ya que los cambios hormonales exageran su respuesta inflamatoria. Esta “gingivitis del embarazo” suele desaparecer tras el parto, y se presenta casi exclusivamente entre el segundo y tercer trimestre.
Mitos y Realidades
Verdadero: En el embarazo se puede producir dolor, inflamación o un sangrado al cepillarse, son los síntomas principales de la gingivitis.
Falso: El dicho “cada hijo me costó un diente“. Es un dicho popular que no tiene ningún fundamento si se mantiene una correcta higiene bucal y unas revisiones periódicas.
Verdadero: Los vómitos provocan erosiones del esmalte, haciéndolo más susceptible a las caries.
Falso: El bebé obtiene el calcio de los dientes de la madre. El bebé no necesita mucho calcio para generar su propio esqueleto, pero éste proviene fundamentalmente de los huesos y no de los dientes.
Verdadero: En el embarazo es posible tener mal sabor de boca o aliento, debido a las malas digestiones, el ardor de estómago, los vómitos o los cambios en la composición de la saliva.
Falso: En el embarazo no se deben hacer tratamientos dentales ni recibir anestesias para evitar lesiones o problemas en el feto. Aunque hay que tener más cuidado durante el primer trimestre, durante el resto del embarazo no sólo es posible ir al dentista, si no además es recomendable hacerlo para evitar los problemas mencionados antes.
¿ Cuándo ir al dentista?
Es recomendable ir al dentista desde el primer trimestre, aunque no haya dolor ni inflamación de encías es aconsejable que el odontólogo valore si la paciente necesita algún complejo vitamínico o algún cuidado especial de la boca.
También es muy importante que la paciente mantenga muy buena higiene bucal, un correcto cepillado de dientes con una pasta dentífrica específica, una buena higiene en los espacios interproximales, ya sea, con seda dental o con cepillos interproximales y también usar un colutorio bucal.